“La gente hará un hábito del transporte aéreo para llegar a sus fuentes de trabajo. La ventaja es que en el aire no hay trancaderas y el conocido aprovecharé. La Paz será una ciudad del aire”.
Efectivamente si vemos la urbe desde el aire, el centro paceño es un caos, que en vez de darnos orgullo, nos da vergüenza mostrar el patio trasero de la casa.
Según Ledezma, existe mucha preocupación entre los paceños sobre el transporte público y que por más que se traigan buses gigantes no serán la solución, ya que el centro de la ciudad está convulsionado con vehículos del transporte sindicalista, que se están dando cabeza con cabeza entre ellos “…prueba de esto es que, por ejemplo, una pequeña manifestación en el centro paraliza totalmente el tráfico, perjudicando a la ciudadanía”.
VISTO DE ARRIBA
El desorden de la ciudad es evidente y apreciamos patios abandonados en las casas, con vehículos chatarras, fachadas en deterioro o en mal estado. “No es suficiente tener el Illimani al fondo, si no armonizamos esa belleza. En este momento es decepcionante ver desde arriba tanto desorden, y está claro que por el aire irán los turistas y se llevarán una mala imagen. También el comercio afea el panorama, familias enteras invaden las calles, aceras, plazas, los gremiales no respetan nada”, opina.
TREN ELÉCTRICO
Ante esta versión otros arquitectos, coinciden en el hecho de que también es factible instalar un tren eléctrico de sur a norte, ya que las cuencas permiten habilitar espacios.
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