La autoridad informó sobre la firma de un convenio con el ministerio de Medio Ambiente y Agua, y todas las Líneas –incluida la Blanca– donde se elaboró un informe ambiental que recoge los posibles impactos y sus paliativos.
El proyecto de Mi teleférico contempla 21.800 metros cuadrados de áreas verdes y peatonales y la plantación de 2.500 árboles en las estaciones y sus alrededores, informó.
Dockweiler minimizó el rechazo que expresaron los vecinos de Miraflores a la obra, de quienes dijo son un grupo de 20 personas, además de descalificar el pronunciamiento del Colegio Departamental de Arquitectos en contra del proyecto.
“Las versiones que corren y que recién están circulando desde la semana pasada surgen sobre falsedades porque no estamos destruyendo las plazas, no estamos destruyendo monumentos, ni la vegetación sino que vamos a incrementar áreas verdes y obras urbanísticas”, aseguró.
En contra de las estimaciones de los arquitectos, Dockeiler desestimó que la Línea Blanca pueda ser trasladada a la ruta sobre el río Orkojahuira por considerarlo «inviable». Para Susz, es necesario analizar otras alternativas y realizar nuevos estudios de factibilidad. «Con semejante inversión, el tema económico, no debiera ser un obstáculo»; dijo.
Asimismo anunció que en los alrededores de la antigua estación de tren donde se ubica una de las estaciones de la Línea Roja se construirá el parque de las culturas y la Madre Tierra en convenio con el ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Desde Mi Teleférico informaron que el gasto de energía del sistema de transporte es de 1,5 megawites por año y que actualmente las tres líneas operativas (Roja, Verde y Amarilla) consumen diariamente lo mismo que 2.000 casas de la ciudad.
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