La cabina sobrevoló sin carga el cielo miraflorino y recorrió cerca de mil metros para verificar y ajustar diversos aspectos técnicos como el control del apriete de la pinza de la cabina, posición del cable, funcionamiento de los sensores de paso de ingreso y salida, entre otros.
Las pruebas se realizaron para cumplir con normas internacionales que serán completadas al próximo año y antes de que la Línea Blanca comience a brindar servicio a la población.
Este tipo de ensayos que se iniciaron ayer serán rutinarios y constantes con el objetivo de que se tenga una óptima seguridad de operación para los futuros usuarios, misma que caracteriza al sistema de transporte por cable.
Pese a que los vecinos estuvieron en contra del proyecto, porque en su opinión irrumpe con las características históricas de la zona y atentaba contra la privacidad del vecindario, la Línea Blanca tiene previsto iniciar operaciones en 2017. Su ruta recorrerá desde la plaza Villarroel, al monumento Busch, plaza Triangular, San Jorge y Curva de Holguín, donde se conectará con la Línea Amarilla y Verde.
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