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domingo, 10 de enero de 2016

César Dockweiler, gerente de Mi Teleférico “El teleférico es rentable”

Se trata de una empresa estatal que ha alcanzado un interesante volumen de pasajeros transportados. Inversión conversó con el gerente de la estatal Mi Teleférico, César Dockweiler, para conocer más sobre esta compañía.
-¿Es rentable el teleférico?
- Cuando uno hace un balance, hace dos tipos de evaluaciones: una financiera netamente y otra social.
Desde el punto de vista financiero, tenemos que destacar que es un sistema sostenible, es decir, que con todo lo que nosotros recaudamos nos permite cubrir nuestros costos administrativos, operativos y de mantenimiento. No necesitamos dinero para subvencionar al teleférico.
- ¿No se subvenciona el teleférico?
- No recibe ninguna subvención, de ningún tipo, ni siquiera de energía; sabemos que el combustible ya es subvencionado, pero el teleférico funciona con cero subvención, nada, ni un centavo.
El PumaKatari es subvencionado, el Sariri (hoy Wayna Bus) también; en otros países, el sistema de transporte sí es subvencionado.
El teleférico tiene una cualidad que la hemos destacado en un congreso internacional: es un sistema de muy bajos costos operativos y de mantenimiento.
- ¿De cuánto estamos hablando? ¿Cuál es el costo?
-Varía, dependiendo del momento en el que estamos hablando; hoy estamos hablando más o menos de entre un 2% a 3% de todos los costos que está destinado al mantenimiento y eso va subiendo porque, claro, los fierros se hacen un poquito más viejos y requieren mucho mayor mantenimiento; entonces, se llega incluso a un 5% o 6%, pero no es alto comparativamente con otros sistemas.
En este momento, nosotros no hemos subvencionado, no hemos requerido subvención, es decir, el Estado no le ha puesto un peso más al teleférico, en primer lugar. En segundo, más bien hemos aportado al bono Juancito Pinto con cuatro millones de bolivianos en 2015. Tenemos todavía muchos desafíos; queremos tener muchos más pasajeros transportados.
- ¿Cuántos son los pasajeros transportados?
- Hasta octubre de 2015 teníamos 36 millones de pasajeros transportados, lo que quiere decir que estamos con un número, a todas luces, a escala mundial. Sería el teleférico que más pasajeros ha transportado hasta la fecha.
Eso está ligado a que es el sistema urbano más extendido del mundo.
Desde el punto de vista de red, sí lo es: es la red urbana de teleférico más grande del mundo, pues estamos hablando casi de 10 kilómetros y en esta categoría el que se aproxima más es el de Medellín, que está cerca de los 6,7 kilómetros, que con el proyecto de construir dos líneas más y con ellas seguramente pasarán a los 10 kilómetros; pero la buena noticia es que en Bolivia estamos con seis líneas más y entonces vamos a llegar a 30 kilómetros de teleférico, lo cual será muy difícil de superar.
El 25 de diciembre de 2014, la línea Amarilla transportó 76.000 pasajeros, sólo la línea Amarilla, por lo cual es en este momento la que más pasajeros ha transportado en un día. Hemos iniciado los trámites para ver si podemos registrar ese récord en Guinness.
- ¿76.000 en un día?
- Sólo en un día, fue el 25 de diciembre de 2014. Ésos son nuestros logros y los resultados que tenemos con relación al sistema; pero más allá de que sea un sistema sostenible y que haya transportado 36 millones de pasajeros , lo importante es que ha nacido en el ciudadano paceño, en el alteño y en el boliviano un sentimiento de orgullo y de apropiación del sistema, y eso se nota en cualquier encuesta de los medios de comunicación.
Ese orgullo también ha originado algo muy importante, que es creer. Antes la gente no creía en las posibilidades que teníamos como bolivianos; muchas veces nos habían mentido o nos ofrecieron un teleférico y no cumplieron, por lo que ya no crees en las autoridades; además, nos han enseñado, desde muy niños, que el boliviano es incapaz. De manera indirecta nos decían que no teníamos las condiciones, no estamos preparados, que somos un país del Tercer Mundo, el más pobre; nos fueron metiendo esas ideas en la cabeza, en el sentimiento, y empezamos a creernos el cuento de que somos incapaces hasta que llegó un momento en que dijimos que el boliviano sí puede.
- ¿Usted ha recibido dos sueldos del Estado, como oficial de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y como ejecutivo de Mi Teleférico?
- Efectivamente, yo he sido miembro de las Fuerzas Armadas, piloto de la FAB, y a principios de 2015 he ascendido al grado de coronel, pero he seguido percibiendo el sueldo de la FAB por aspectos de índole personal y de una pretensión personal en mi carrera de llegar a tener el grado de coronel, que es el grado técnico al que uno aspira como oficial de la FAB; después, el grado de general es más político.
Por eso yo no he renunciado al sueldo de la FAB, pero jamás he cobrado doble sueldo, jamás. Y lo he demostrado con planillas, tanto de la FAB como del teleférico, que se las puede pedir a las instituciones que las manejan. Lo que se buscaba era hacer daño a mi imagen personal. He salido al día siguiente en los medios de comunicación para decir que era una mentira y lo he demostrado con documentos. Hay que cambiar la forma de hacer política.
- Ha sido acusado de corrupción…
- Claro, porque el que cobra doble sueldo es una persona corrupta, está cobrando dos veces cuando no le corresponde cobrar por un solo trabajo, eso es corrupción; pero jamás, y lo reitero, jamás he cobrado doble sueldo y lo he demostrado; he abierto las puertas de la oficina para que cualquier persona, ciudadano o periodista, me visite para que yo pueda mostrarle los documentos, como lo he demostrado públicamente. Son bajas formas de hacer política.
- ¿A quién le atribuye esas bajas formas de hacer política?
- Éste es un tema de la oposición también. Yo lo atribuyo directamente a la oposición. Hemos demostrado técnicamente que la línea Blanca era mejor por el tramo diseñado y que no había otra, porque eran zonas del Estado; luego, hemos tenido que llegar a la vista legal y legalmente nos ha dado la razón el tribunal. ¿Qué les quedó? Dijeron: "ahora lo fregaremos al que está a la cabeza del proyecto”, y empezaron a mentir no sólo con el sueldo, sino con una serie de cosas, ataques por las redes sociales, llamadas telefónicas en las que decían que me iban a eliminar del planeta.
- ¿ Amenazas de muerte?
- Claro, amenazas con todo: "Señor, cuídese que nosotros lo vamos a liquidar”. Cosas de esa naturaleza que yo digo que no son las formas de hacer política.

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