viernes, 20 de abril de 2018

Policía sostiene que se trató de un suicidio

El editorial de un matutino local dijo que esta tragedia ocurrida en el teleférico, la semana pasada, ha generado molestar en la población, por la forma en que la empresa estatal y la Policía han manejado la crisis. La primera tratando de ocultar información durante cinco días y la segunda intentando montar un caso de suicido para liberar de responsabilidades a la primera. En ese sentido, la actuación de ambas instituciones ha estado fuera de cualquier parámetro ético, al punto de encubrir una penosa tragedia.

Recordó que en un primer comunicado Mi Teleférico “lamentó” la muerte de una persona que estaba circulando por el área restringida de la estación. No dio detalles de las circunstancias del hecho, tampoco informó por dónde ingresó esa persona, menos tuvo la delicada de ofrecer alguna disculpa por la actuación de sus funcionarios.

Todo eso, pese a que la muerte ocurrió a primera hora de la tarde del miércoles de la semana pasada, en tanto que el comunicado fue difundido sólo en la noche, lo que indica que hubo suficiente tiempo para revisar cámaras y esclarecer responsablemente el suceso.

Peor aún, al día siguiente, es decir el jueves (12 de abril), la Policía difundió la hipótesis del suicidio, basada en que en la autopsia se descubrió que el médico tenía una enfermedad renal.

El pasado lunes, cinco días después del hecho, el gerente de la estatal del teleférico, César Dockweiler, llamó a una conferencia de prensa para explicar que la muerte se produjo por dos motivos: la puerta abierta que había quedado en evidencia en ciertos trabajos periodísticos y la distracción atribuida calumniosamente al médico.

Graves fallas de seguridad del teleférico quedan al descubierto

Las autoridades de la empresa estatal Mi Teleférico y la Policía terminaron por minimizar el caso ocurrido el pasado 11 de abril cuando se produjo un incidente en la estación de la Línea Blanca en la plaza Villarroel que acabó con la vida del médico Javier O., quien presumiblemente invadió un área restringida. Sin embargo, 1.300 cámaras de seguridad del servicio fueron insuficientes para alertar oportunamente la presencia del usuario fuera del andén de embarque.

En todas sus presentaciones públicas, principalmente en televisión, el gerente de Mi Teleférico, César Dockweiler, promocionó y destacó las bondades de alta seguridad del servicio.

CELERIDAD

A más de una semana de ocurrido este lamentable hecho, aún no han procedido las declaraciones del personal de la empresa estatal y tampoco se ha convocado a Dockweiler para que preste declaraciones al respecto.

Esta situación anómala no ocurrió sin embargo cuando el año pasado sucedió un accidente con una persona fallecida en la construcción de los puentes gemelos del municipio, ante lo cual el Ministerio de Trabajo dispuso casi de inmediato la paralización de obras por varios días.

Similar accionar adoptaron las autoridades en el fallecimiento de un empleado de un conocido restaurante en el Prado cuando fue atrapado por un ascensor. Las diligencias fueron entonces aceleradas lo que contrasta con el lamentable caso del teleférico.

BONDADES

El 23 de enero pasado, Dockweiler afirmó que, “el teleférico es uno de los transportes más seguros del mundo, por el sistema de seguridad que tiene”.

Por su parte, el gerente general de Doppelmayr en Bolivia, Javier Tellería, enfatizó que, “la seguridad del teleférico está respaldada por 14 mil instalaciones de cabinas que hicieron en varios países del mundo”, según reprodujo el período gubernamental Cambio.

MONITOREO

El 21 de abril del año pasado, Mi Teleférico inauguró el centro más grande de monitoreo de Bolivia. “Cuenta con sistemas de información al pasajero, de difusión sonora, de detección de tormentas, de seguridad y monitoreo administrativo de telefonía, en especial supresión de incendios, de control de acceso, seguridad y detección de intrusión, billetaje, de comunicación y fibra óptica, de comunicación radio y de monitoreo electromecánico”, magnificó un informe del Ministerio de Comunicaciones.

A partir de hoy, las zonas en las que se encuentran las estaciones de la empresa de transporte por clave Mi Teleférico son vigiladas con 1.300 cámaras, agregó el informe oficial.

Dockweiler explicó en un acto público los detalles del sistema de seguridad: “Estas cámaras, que son de diferente tipo, van a visualizar eventos extraños para tomar decisiones de lo que haya sucedido. Vamos a tener cámaras en las zonas de parqueo de transporte público y van a poder detectar las placas de los vehículos en el momento en que están saliendo, para evitar algún secuestro o rapto”.

Según información difundida por la Vicepresidencia del Estado, la edificación del Centro de Control y Monitoreo, ubicada en la calle República, detrás de la estación de la Línea Roja, consta de dos plantas, construidas en una superficie de 915,04 metros cuadrados, con la inversión de aproximadamente 1.5 millones de dólares, tanto en la infraestructura como en el equipamiento.

En la planta alta se encuentra la Gerencia de Operaciones y Mantenimiento y una sala de crisis para atender oportunamente cualquier situación identificada por el monitoreo. En la planta baja, se tiene la sala en la que se realiza el monitoreo con 42 pantallas, mediante 22 puestos de trabajo, cada uno con la capacidad de ver tres pantallas de forma independiente.

“Hoy, con toda seguridad, podemos decir que el teleférico boliviano, por esa relación social, por la tecnología que tiene, por los edificios que tiene, por la calidad humana que se está dando justamente en el trato a nuestros usuarios, es uno de los mejores teleféricos del mundo”, aseguró la Vicepresidencia en el mismo informe del Ministerio de Comunicación.

lunes, 9 de abril de 2018

Negocios prosperan con la red de teleféricos en La Paz y El Alto

El sistema de transporte que está cambiando la vida de los habitantes de la ciudad de La Paz y El Alto es sin duda Mi Teleférico, que brinda prosperidad y rentabilidad a los negocios que se abrieron hace dos mes meses en la Estación Central.

En la parada que conecta las líneas Roja y Naranja se habilitaron espacios para oficinas y locales comerciales con la finalidad de generar otros ingresos económicos para la empresa estatal, informó el gerente César Dockweiler.

En la ex Estación Central de Ferrocarriles de la ciudad sede de gobierno se instalaron dos franquicias de primer nivel: el supermercado Ketal y Pollos Copacabana, además de entidades financieras que tienen cajeros automáticos y se prevé abran agencias para realizar transacciones económicas.

Como iniciativa propia también se adecuaron unos vagones para un restaurante que se llamará El Tren.

Llama la atención que en los alrededores se ubicaran negocios pequeños, como venta de hamburguesas, helados y otras ofertas de la gastronomía nacional por la gran cantidad de personas que a diario utilizan las líneas Naranja y Roja.

PROGRESO

“La ciudad está cambiando en comparación a lo que era antes, es buena iniciativa del gobierno del presidente Evo Morales. Ahora tenemos restaurantes de primer nivel y supermercados que le dan vida y prosperidad a este lugar”, afirmó Jhonny Calle.

Además, pidió al Presidente que haya más líneas para las zonas que son alejadas y difíciles de llegar en los vehículos del transporte público urbano, que cada vez está más saturado.

“Está bonito, cómodo, es realmente impresionante el progreso que se tiene y sobre todo para los negocios de todo tipo por la cantidad de gente que se desplaza por este lugar, en realidad nos cambió la vida”, afirmó Sonia Condori, comerciante de comida rápida.

También resaltó que antes sufría de un baño público, pero ahora se cuenta con ese servicio, además de que el personal que administra es amable. “Realmente hay un cambio maravilloso en la ciudad de La Paz”, añadió.

“Este lugar nos sirve para tomar aire fresco porque está fuera de la contaminación ambiental”, añadió.

Atractivo

Desde la inauguración del Teleférico, la ciudad de La Paz se convirtió en una visita obligada para los turistas nacionales y extranjeros, quienes utilizan las líneas para conocer los principales atractivos paceños.

Línea Celeste de Mi Teleférico, más cerca del centro paceño



Mi Teleférico realizó ayer el tendido del cable de la segunda sección de la línea Celeste, que comprende desde San Jorge hasta el Teatro al Aire Libre y luego El Prado, y se anunció que hasta finales de julio o principios de agosto estará funcionando.

“Estamos hablando de la zona de San Jorge, de la Avenida del Poeta, otra estación está en la cancha Zapata, al lado del Teatro al Aire Libre, y finalmente llegamos a este lugar, donde se encuentra la estación de El Prado”, explicó el gerente de la empresa, César Dockweiler.

“Es la línea que más cerca al centro nos está trayendo, que generará mucha demanda, con mayor capacidad de transporte y velocidad. Estamos hablando que tiene 4.000 pasajeros por hora y se mueve a seis metros por segundo, de la Curva de Holguín llegará a El Prado en 12 minutos”, informó.

Algunas construcciones, como la estación de El Prado, están pendientes de realizar.

Transporte Urbano

Dockweiler informó que participó en un evento de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y Transmilenio en Bogotá, donde se interesaron por el funcionamiento de Mi Teleférico.

“Bolivia está dando ejemplo de este sistema de transporte urbano”, dijo.

Indicó que de La Paz y El Alto hemos salido de la caja, porque los teleféricos se utilizaban para subir un cerro de 30 a 50 metros de distancia vertical, pero en El Alto tenemos una línea en una ciudad plana y eso les llama la atención, porque se puede utilizar en una ciudad plana donde hay problemas de congestión de tránsito y se debe buscar alternativas, por eso están los metros (subterráneos).

También llama la atención que las torres se pongan en el medio de las avenidas, sin quitar espacio. Asimismo, la estación subterránea y el edificio de ascensores generan mucha expectativa; próximamente llegarán varias delegaciones del exterior.

Dockweiler se excusó de identificar a las ciudades o países interesados, porque pidieron grado de confidencialidad para que no haya expectativa y porque las decisiones son soberanas.

Líneas Roja y Azul pararán durante una semana



Las líneas Roja y Azul de Mi Teleférico paralizarán actividades desde el lunes 30 de abril hasta el domingo 6 de mayo para realizar trabajos de mantenimiento y brindar el servicio con todas las medidas de seguridad.

El gerente de la empresa, César Dockweiler, manifestó que las paradas anuales incluyen revisiones de las torres, de los balancines, del volante y del mismo cable.

“Son tareas mucho más grandes, que no se las puede hacer en el mantenimiento diario que se realiza”, dijo el ejecutivo de Mi Teleférico, quien recomendó a los usuarios que tomen en cuenta la paralización de ambas líneas.

Dockweiler reiteró que este tipo de mantenimiento exige mayor tiempo, por lo que se realiza durante una semana y el objetivo es garantizar el buen funcionamiento del servicio.

“Año a año se hace el mantenimiento de las líneas para que estén en óptimo funcionamiento para la siguiente gestión”, aseveró.

domingo, 1 de abril de 2018

Viaje de Irpavi a El Alto cuesta Bs 18 en teleférico y 5,60 en minibús

El viaje en el teleférico desde Rico Seco hasta Irpavi – en las líneas Azul, Roja, Naranja, Blanca y Verde– cuesta 18 bolivianos para los usuarios que no tienen tarjeta y no gozan del descuento en trasbordos. El mismo tramo en minibús cuesta 5,60 bolivianos. Ese recorrido en trasporte por cable demanda unos 85 minutos mientras que en minibús, hasta dos horas.

Los usuarios piden que el descuento de un boliviano en el cambio de línea se aplique también para los que compran pasajes. Mi Teleférico informó que trabaja en la implementación de un sistema que permita hacer todas las conexiones necesarias por un monto único.

Página Siete realizó el recorrido del tramo más largo del teleférico: desde la estación de Irpavide la línea Verde en la zona Sur de La Paz hasta la estación de Río Seco, del ramal Azul de El Alto; pasando por las líneas Celeste, Blanca, Naranja y Roja.

El viaje por el ramal Verde desde Irpavi hasta la estación de la Curva de Holguín dura 20 apacibles minutos. Hay poca gente en las cabinas a las 10 de la mañana de este miércoles. “La Verde es la líneas más vacía normalmente”, comenta Juana Luna, que viene cada día desde Ciudad Satélite.

El universitario Arcil Lacunza dice que en horas pico, sube la cantidad de pasajeros y baja la amabilidad de los funcionarios. “Para apresurar la fila, imagino, nos gritan de fea manera: ‘apúrense, cinco en cada lado’. No es como en las primeras líneas que te hablaban educadamente”.

Ya conoció el nuevo ramal Blanco: “Fui desde la línea Verde hasta la Blanca, pasando por la Celeste. El paseíto me costó nueve bolivianos, ya que en cada parada me pidieron boleto. En trufi habría pagado 3,30 bolivianos; aunque es más rápido es muy caro para mí”, evalúa.

“Cuestión de prioridades”

“Es cuestión de prioridades. Para mí es más conveniente viajar tranquila y llegar a mi destino sin el estrés de las trancaderas y el maltrato de los minibuseros”, comenta Julia Valencia que vive en Alto Obrajes y trabaja en Moraflores. “Como voy a usar las líneas seguido me voy a comprar tarjetas y ya”, añade.

En el único tramo habilitado del ramal Celeste, que conecta l la estación Libertador con la línea Blanca, hay gran cantidad de gente; muchos conocen los flamantes ascensores que van de la Avenida del Poeta a la Arce.

“Falta información; preguntas y no te explican”, asegura Laura Juárez. Cuando ella llegó a la estación Celeste le indicaron que debía comprar otro pasaje para llegar a la Curva de Holguín cuando podía usar la pasarela.

"No pagaría el mismo precio por una ruta que es tan corta, pero no tienes muchas opciones cuando estás en esa estación ya que ahí no hay ninguna parada de minibuses o trufis. De hecho, las movilidades que pasan lo hacen a gran velocidad”, comenta. Admite que de forma imprudente bajó a la Avenida del Poeta para tomar un trufi. Este le cobró 3,30 bolivianos hasta la zona Sur.

“Vivo en Barrio Minasa. En minibús para llegar al trabajo (Achumani) gasto entre 4,60 a 5,50 bolivianos y demoro como 45 minutos. Con el teleférico gasté 8,50 y llegué en una hora. Es una decepción”, dice Laura.

El estudiante Giovanni Loza, vecino de la avenida Busch, pensó que la línea Blanca sería una buena opción para llegar en menos tiempo a su universidad, en Obrajes. “Normalmente tardo 30 minutos en minibús, en teleférico demoré 45 minutos porque hay que pasar por un puente y al llegar a la Curva de Holguín tuve que caminar algunas cuadras hasta mi destino”, cuenta.

La otra opción que tenía era tomar un minibús que le cobraría 2,60 bolivianos desde Miraflores. Con el teleférico pagaría cinco. Como tiene tarjeta, no pagó nada al pasar a la línea Celeste. Tras la experiencia sostiene: “en minibús llego más rápido y me sale más barato”.

En Miraflores

“Después de la inauguración de la línea Blanca ha habido poca gente. Aquí no se ven colas”, comenta María Gutiérrez, vecina de la avenida Busch, por donde pasa el flamante ramal.

Ella vive en un edificio del sector y cuenta que de a poco se va acostumbrando a la idea de ver pasar por sus ventanas las cabinas blancas. “Uno se siente vigilado todo el tiempo. Yo opto por cubrir las ventanas con cortinas gruesas; para ventilar el ambiente abro las puertas y ventanas que no den al teléférico”, dice.

El viaje en la línea Blanca dura 20 minutos hasta la estación de la plaza Villarroel. De allí es rápida la conexión con el ramal Naranja. Ese miércoles no había filas y algunos turistas aprovechaban las vistas de Miraflores, la Periférica y la zona Norte.

“Es más seguro y ahorro tiempo; por eso yo tomo la línea Naranja para ir de Miraflores hasta la estación Central, de la Vita”, comenta Ana Álvarez. Con tarjeta gasta siete bolivianos “y vale la pena”, asegura.

En la estación Central se encuentran las líneas Naranja y Roja. Ésta última, que une La Paz con el Alto, pasando por el Cementerio. “Hasta la zona 16 de Julio llegas en 15 minutos en la línea Roja, lo que en minibús toma hasta una hora por las trancaderas”, comenta Luis Aquise.

El ramal Rojo termina en la estación 16 de julio donde se une con el Azul que va hasta Río Seco. Por esta línea se puede apreciar cholets e inmensos garajes y en días de feria, la diversidad del mercado alteño.

En una cabina la señora Sonia Quispe comenta que utiliza todos los días las líneas Azul y Roja para ir a su trabajo y llega en 40 minutos, aproximadamente. Agrega que en minibús gastaba casi lo mismo. “Cuando había trancadera me bajaba y caminaba para pasar ese bloqueo y tomaba otra movilidad”, relata.

En la estación de Río Seco, Yamel y Wendy reclaman que para subir al teleférico con sus niños pequeños deben pagar otros pasajes. “No ven la edad, sino el tamaño y eso no es justo porque a las madres de familia nos sale muy caro querer entrar con las wawas”, lamenta Yamel. Wendy agrega que cuando sale con sus niños prefiere movilizarse en minibús “porque es más barato”.

Un boleto, varias conexiones

El gerente de la estatal Mi teleférico, César Dockweiler, anunció que trabajan en la implementación de un boleto BIDI que permita al usuario pagar un boleto que le permita hacer las conexiones necesarias hasta llegar a su destino. “Esperamos que en un par de meses podamos implantar el boleto BIDI”, dijo

Explicó que el sistema de cobro actual sólo permite el descuento para tarjetas. Destacó las rebajas del teleférico para estudiantes, niños, discapacitados y personas de la tercera edad es de el 50% en cada transbordo.