Que algunos chilenos salgan a las calles de su país a pedir mar para Bolivia no es delito, eso se vio recientemente en los canales de televisión; que los políticos chilenos apoyen la demanda marítima tampoco lo es; pero que un chileno componga uno de los mejores valses que reclaman un mar para Bolivia, sí resulto ser un delito. Ésa es la historia de Pedro Telmo Caicano, nacido la ciudad de Concepción, Chile, pero que perdió su nacionalidad por la composición que muchos bolivianos cantan sin saber quién es el autor: Yo quiero un mar.
"Yo quiero un mar, un mar azul, para Bolivia", dice la primera parte del vals que fue estrenado a comienzos del año 1960 y cuyo autor compuso otras canciones, como Prisionera, junto a una de las primeras bandas roqueras del escenario paceño, los Black Byrds, según señala la página www.srvinilo.com, de pronta aparición y que está dedicada principalmente a repasar la historia de la música nuevaolera boliviana.
Una mirada al pasado. Al dejar de lado la polémica que se genera cada 23 de marzo, y el proceso internacional sobre el particular, la página digital repasa parte de la historia musical de Pedro Telmo, que fue olvidada y que debiera haber merecido un reconocimiento nacional por haber pagado cara la osadía de dedicar una de sus creaciones más interpretadas por los bolivianos.
Pedro Telmo Caicano, se asegura, nació en 1939, en la ciudad de Concepción. Pasó por varias ciudades de Perú y Brasil, y llegó a Bolivia a comienzos de 1960. Hizo una gira por las principales ciudades y centros mineros, donde se dice que percibió las expresiones de frustración por la mediterraneidad y que le sirvió de inspiración para componer el vals Yo quiero un mar. Esa obra fue estrenada en 1962, bajo el auspicio de la Prefectura de La Paz, en ocasión de recordar la muerte de Eduardo Abaroa.
Algunas versiones indican que la primera grabación se realizó en los estudios Méndez, de de La Paz, en formato de 45 RPM (revoluciones por minuto). La voz y los versos recitados son de Pedro Telmo, junto al marco de la orquesta de Daniel Peregoy y el coro del colegio Don Bosco.
Figura en el disco, que aparece en la página digital, el nombre de Mario Castro junto al segundo himno boliviano Viva Mi Patria Bolivia, cueca de Apolinar Camacho, en dúo con Mercado-Ibañez y el acompañamiento de Lovera Molina y García.
Para recordar. Pedro Telmo, expulsado de la tierra que lo vio nacer, se estableció en la ciudad de La Paz, un tanto olvidado y aseguran que falleció en el año 1984 a causa de una enfermedad terminal.
Elías Blanco Mamani lo incluye en su libro Chilenos en la Cultura Boliviana, junto a apellidos como Agüero, Ajens y otros, sin olvidar a otras personalidades chilenos que apoyaron la causa marítima como Violeta Parra.
La página digital muestra un disco de vinilo en formato extended play (pequeño) de 45 RPM, sin fecha y con cuatro boleros: Mi orgullo, Recuerdos, Mil Cadenas y Porqué (sic) Señor, que es una plegaria en homenaje a las madres fallecidas. El disco fue grabado para el sello Parlardisc, de San Pablo, Brasil.
No sólo eso, simpatizante o no del "General del Pueblo", Pedro Telmo grabó un disco para el Gobierno de René Barrientos Ortuño, en mayo de 1969, un mes después de que falleciera quien fuera tres veces Presidente de la República.
El tema titula Al general del Pueblo y es un yaravi que es composición e interpretación de Pedro Telmo, quien tiene, en la oportunidad, el acompañamiento musicla del grupo Los Laikas.
Seguramente su historia discográfica es mucho más extensa, sin embargo lo que busca la nota de la página srvinilo.com, es rescatarlo de las páginas del olvido y ponerlo en vigencia por el valor que tuvo de cantar al mar boliviano, siendo chileno y al saber las consecuencias que habría de enfrentar.
135 años transcurrieron desde la Guerra del Pacífico (1879- 883), en la que Bolivia perdió el mar.
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