La faceta urbana y natural de La Paz en plena convivencia, es lo que se aprecia durante un viaje llevadero por los cielos de esta urbe en una de las cabinas de la línea Verde de Mi Teleférico, que une los barrios de Obrajes, Alto Obrajes e Irpavi, en la zona Sur.
Al empezar el trayecto desde la estación Chuqi Apu, en la Curva de Holguín de Obrajes, se dejan atrás las largas avenidas congestionadas de vehículos, para apreciar cientos de casas construidas al filo de colinas y, un poco más adelante, la imponente estructura de la Piscina Olímpica de Alto Obrajes.
Por este sector se observan principalmente casas con techos de teja entre árboles, áreas verdes y parques; mientras que a lo lejos se ve un paisaje urbano imponente, custodiado por grandes cerros, entre los que se distingue la sombría Muela del Diablo.
Antes de llegar a la estación Aynacha, cerca de la calle 17 de Obrajes, se encuentran casas coloridas de no más de dos plantas, entre amplios jardines y árboles frondosos, que de inmediato llaman la atención de quienes recorren el lugar desde las alturas.
En el siguiente trayecto, que conduce hasta la estación Irpawi, se identifica el barrio de Bolognia con casas de ladrillo y techos de calamina, canchas de cemento y algunas obras en proceso de construcción.
Es cuando la cabina del teleférico se eleva para alcanzar el nivel más alto, dejando atrás las viviendas rústicas e iniciar una imponente bajada entre grandes árboles de eucalipto donde no hay ningún tipo de edificación.
Al pasar por esta zona boscosa, nuevamente se puede apreciar el crecimiento urbano de La Paz, con edificios que se levantan a lo lejos y esas grandes y transitadas avenidas.
Todo esto y más es lo que ofrece un viaje de 20 minutos por esta ruta del teleférico, que bien valen la pena por la diversidad de paisajes que atesora la hoyada paceña, denominada, con justa razón, una ciudad maravillosa.
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