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domingo, 28 de junio de 2015

Imposibilidad de la propuesta municipal



Para la definición de una línea de teleféricos y la microlocalización de sus estaciones, existen varios criterios técnicos que son evaluados utilizando para cada caso los métodos científicos desarrollados para ese propósito. Entre los criterios mencionados existe un grupo de ellos que eliminan opciones de alineamiento o ubicación de estaciones, pues técnicamente las hacen inviables.

Entre los criterios que eliminan categóricamente una opción, se encuentran los relacionados a la existencia de fallas geológicas, deslizamientos activos, latentes riesgos o potenciales amenazas en los terrenos, donde implementar un sistema de transporte de personas, puede traducirse en un riesgo potencial para las vidas transportadas. Recordemos que nuestra máxima premisa, es trasladar esas vidas con total seguridad, ya que cada vida para nosotros es invaluable, incalculable e insustituible… Nosotros vemos a cada persona que utiliza el teleférico, como nuestro ser más querido y por tanto nos responsabilizamos por su plena seguridad.

Por ello, de ninguna manera podríamos construir una torre y menos una estación en alguna zona que tenga un potencial riesgo para las vidas de las personas o probabilidad de la ocurrencia de un hecho que pueda provocar un accidente. Por lo expuesto, los criterios técnicos relacionados a zonas de alto riesgo, amenazas o deslizamientos, son considerados en nuestro estudio como factores descalificadores de alternativas, puesto que la seguridad de una vida no se negocia, no está en juego, no tiene precio y no amerita continuar con ningún propósito técnico ni político.

Ésta es la principal razón por la que se descartó construir directamente la línea continua (la Línea Blanca) por la ladera Este de nuestra ciudad, es decir, se descartó la línea que uniría directamente la plaza Villarroel, Villa San Antonio, Villa Armonía, con la curva de Holguín; pero de ninguna manera se abandonó el objetivo de llegar a estos importantes barrios donde habitan miles de personas con las mismas necesidades de todos los ciudadanos, pues se propone dar cobertura con el servicio del teleférico a través de la implementación de una línea alimentadora (Línea Café) que de manera radial llegará a un punto concéntrico donde se posicionará la estación, evitando la zona de riesgos y eliminando la probabilidad de accidentes.

No es ningún capricho personal ni es una terquedad política, eso sencillamente se llama responsabilidad y compromiso por la vida; es fundamentalmente un compromiso de mejorar la calidad de vida sin poner en riesgo una vida. Se trata de un argumento incuestionable, innegociable e indiscutible relacionado a la seguridad personal; ya que al existir la mínima probabilidad de provocar daños a los usuarios, se constituye en un elemento trascendental que hace directamente inviable la construcción de la línea atravesando de manera directa por la ladera.

Otro criterio técnico que imposibilita la implantación de alguna línea alternativa, es el tamaño requerido de terreno para implantar sus estaciones. La imposibilidad de poner estaciones en algún lugar es de manera gráfica como intentar colocar un zapato de tamaño 34 a una persona que calza 41; o intentar meter una olla en una taza de té… está muy claro que lo que no entra no entra, lo que tiene una dimensión superior no cabe en un lugar más pequeño. Encontrar los terrenos, con las dimensiones suficientes para albergar la infraestructura de estación del teleférico, es realmente una tarea titánica y extremadamente compleja.

Cuando escuchamos que nos proponen espacios urbanos municipales para modificar una línea, mediante una evaluación preliminar de ubicación y dimensionamiento, ya se descartan porque no hay la posibilidad de utilizarlos. Por ejemplo, la propuesta del Gobierno Municipal de La Paz de emplazar la estación en la avenida Tejada Sorzano, es sencillamente imposible considerarla como propuesta alternativa a nuestra estación subterránea debajo de la plaza Villarroel, porque el terreno tiene una dimensión insuficiente, situación que nos obligaría ocupar completamente las vías que se encuentran alrededor, dejando sin salida vehicular a los vecinos de Villa Fátima y barrios aledaños; en otras palabras, esta alternativa se descarta con plenas justificaciones técnicas y sociales. Otro caso claro de imposibilidad se encuentra en el caso del terreno municipal ofrecido en Villa Armonía, donde ni siquiera el GAMLP autorizó hace unos años implementar un mercado por la sencilla razón de que se encuentra en zona de riesgos, pero que extrañamente hoy se nos ofrece para una importante infraestructura que deberá cobijar diariamente a miles de personas. Por la esencial responsabilidad que tenemos por la vida, este espacio se elimina como posibilidad.

Es importante reflexionar que las zonas de riesgos mantendrán esa cualidad de amenaza y riesgo, aunque se hayan mejorado los estudios y dispongamos de un plan de mitigación, pues los papeles son solo papeles y no resuelven la situación. Por más que se implemente en los próximos años el plan de mitigación, el riesgo persistirá, ya que como bien señala el título del estudio, mitigación no significa eliminación del riesgo, persistiendo el mismo de manera latente.

Otro aspecto técnico que imposibilita la ejecución de alguna alternativa de implementación de un teleférico, es el alineamiento entre estación a estación. Desde el punto de vista del sistema electromecánico, la conexión de estación a estación debe ir necesariamente en perfecta línea recta, donde además no deben existir obstáculos físicos que sean imposibles de librar. Encontrar estos espacios en la ciudad de La Paz, es como descubrir un tesoro en el mar o hallar una aguja en el pajar; esos espacios son realmente escasos, puesto que la microlocalización de una estación depende de la estación anterior y de la estación posterior, pero además debe cumplir con el requisito de ser un suelo seguro y tener la dimensión suficiente para el requerimiento de la estación. Como ejemplo, la propuesta del municipio de ubicar la estación en la Tejada Sorzano no permitiría la llegada de la Línea Naranja desde la avenida Periférica, pues los edificios existentes se convierten en las barreras físicas que se interponen en esta recta.

Si recapitulamos los criterios técnicos citados anteriormente, es decir, la existencia de terrenos sin potenciales riesgos de amenaza a la vida de las personas, que tengan el tamaño suficiente para las estaciones, y que además se pueda lograr una recta perfecta entre cada una de ellas, queda demostrada la extrema dificultad de construir un teleférico en la ciudad de La Paz, que es una ciudad densamente poblada con muchas edificaciones, con áreas geológicamente inestables y topografía extremadamente complicada. Por tanto, cualquier alternativa que se proponga, deberá cumplir plenamente y sin margen de probabilidad de riesgo con todos los criterios técnicos, situación que no es cumplida con la opción que propone el Gobierno Municipal de La Paz.

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