El gerente de la empresa estatal Mí Teleférico, César Dockweiler, informó que los trabajos de excavación de suelos para la instalación de torres de la Línea Blanca del teleférico se realizarán con el apoyo y asesoramiento de arqueólogos para no dañar espacios patrimoniales.
“El Ministerio de Culturas nos obliga y debemos ser muy cuidadosos en la instalación de las torres y estaciones para no afectar a los restos arqueológicos que se encuentran en el subsuelo de la zona”, dijo ayer a los periodistas.
En ese sentido, Dockweiler sostuvo que para trabajar en la zona arqueológica de Miraflores se lo hará con gente especializada.
Respecto al Museo de la Revolución, ubicado en la plaza Villarroel, aseguró que aquel espacio se mantendrá intacto y la construcción de obras para la estación del teleférico se la realizará a varios metros del mismo.
Aclaró que, al ser el teleférico una obra de ingeniería moderna, no quitará los espacios verdes debido a que el diseño de las estaciones se adaptan a las ciudades de La Paz y El Alto.
Luego de la queja de las juntas vecinales de la zona de Miraflores señalarán que la segunda fase del teleférico contempla la tala de árboles, Dockweiler dijo que de los 13 árboles, aproximadamente que se cortarán, 200 nuevos plantines serán plantados en el barrio.
Aclaró que con el proyecto del teleférico no se destruyen plazas, áreas verdes ni otro tipo de bien público.
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