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lunes, 2 de junio de 2014

Teleférico rebasó su capacidad en su tercer día de operación

En su tercer día de funcionamiento oficial, el teleférico rebasó su capacidad de atención a la población. Ayer, miles de personas realizaron filas de más de una hora en la ex-Estación Central de Ferrocarriles para conocer el sistema de transporte.
"Estamos al límite de nuestra capacidad: 6.000 pasajeros por hora -3.000 en la vía de subida y 3.000 de bajada-, ésa es nuestra capacidad, no podemos mover más”, afirmó el gerente de la empresa estatal Mi Teleférico, César Dockweiler.
Así respondió a las quejas y reclamos de la población por la lentitud en la venta de los boletos. Remarcó, sin embargo, que el fin de semana casi se duplicó la cantidad de cajeros para la venta de los tickets.
"El fin de semana estuvimos a full capacidad y eso nos mostró algunos cuellos de botella, como las cajas para venta de boletos, por ejemplo. Ya lo resolvimos: el viernes teníamos tres, ayer (sábado) subimos a cinco y hoy (domingo) tenemos ocho, lo que da celeridad al servicio”, explicó.

El ejecutivo de Mi Teleférico añadió que otro cuello de botella fueron los molinetes, por lo que se habilitó uno más en la exestación y se abrió la puerta para que la gente acceda con más facilidad a la zona de embarque.
"Ya no hay cuello de botella. No podemos mover más gente”, insistió Dockweiler.
Afuera, la fila de ciudadanos era evidentemente más larga que la del viernes y del sábado. En las cajas informaron que hasta el mediodía cada uno de los ocho cajeros había vendido un promedio de 2.500 boletos, "mucho más que antes”. De acuerdo con información de los técnicos de Mi Teleférico, la gente comenzó a subir a las cabinas desde las 5:30, hora en la que la espera fue nula porque la afluencia de usuarios era casi inexistente.
Los que llegaron después de las 9:00 tuvieron que permanecer esperando entre 45 minutos y una hora. La fila comenzaba en la exestación y se extendía por más de seis cuadras.

Ernesto Mejía llegó con su esposa y sus dos hijos a la exestación a las 10:00 e hizo fila por 50 minutos. Al momento de comprar los boletos su expresión de cansancio se perdió cuando uno de sus hijos comenzó a saltar de alegría porque estaba a minutos de subir al teleférico.
Sin embargo, Mejía tuvo que hacer otra fila de 15 minutos más para abordar una de las cabinas en movimiento. Dos personas de la empresa estatal ayudaron a subir a sus dos hijos, pero su esposa tambaleó y casi cayó sobre los asientos. El ligero susto pasó cuando comenzaron a ver cómo se elevaban y, de a poco, tenían a la ciudad de La Paz a sus pies.
"Falta que informen mejor a los usuarios y que atiendan más rápido, pero hay que tener paciencia, están comenzando. Vale la pena esperar para ver este espectáculo”, comentó Ernesto dentro de la cabina.
César Docweiler no descartó que a medida que el servicio vaya evolucionando se presenten otros problemas en la atención a la población, porque "hay muchos elementos que no pueden ser calculados”, pero remarcó que "la capacidad de reacción inmediata está activada”.
"El propio sistema nos enseñará cómo atender a las personas. La mejora es continua”, dijo el ejecutivo. Añadió que por el momento todo el personal de Mi Teleférico, más de 200 personas (entre técnicos y administrativos), trabajan para atender la demanda de la población.

Sistema por cable
Técnicos El teleférico cuenta con 160 personas que trabajan en el funcionamiento y mantenimiento del sistema.
Seguridad 12 policías controlan el orden y seguridad en la exestación central. 24 efectivos de seguridad privada refuerzan el trabajo.

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